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Entonces, cuando tenga esos celos que no me dejan vivir en paz, solo debo aprovechar mi relativa superioridad con ese ser y aniquilarlo lentamente... sí sí, Ana sufre si hago eso. Y ahí cagó el amor incondicional.
Miguel nunca vuelve, gracias a ese amor secreto que yo le tenía a Ana y ella llora desconsoladamente hasta el último de sus días. Yo, acá, sigo sin poder amar a Ana. (hay que reiterar que Ana ama a Miguel, no a mí)

Entonces ¿la moraleja es que si amo a algo/alguien debo dejarlo libre? me agrada la idea, se supone que la libertad (por muy inalcanzable que sea) es una de las grandes cosas de las que podemos disfrutar (al menos en parte)... por otra parte, cuando uno ama no hay egoísmo (idealmente)
Nace mi concepto de amor libre. Y conceptualmente claro que es hermoso, ¿y en la práctica? Ahora tengo que enamorarme y probar (ensayo y error.. ooh, el error que tanto abunda).
Ahora surge la nueva idea y desesperación. Si es por amar, claro que amo (el amor abunda, casi tanto como los errores) pero me he enamorado una vez y no quiero volver a hacerlo... enamorarse D:  es una weá hermosa, hermosa y hermosa hasta lo último, y quizá es tan hermosa que no quiero reemplazar aquél enamoramiento por otro aún mayor.

Entonces, creo que uno se enamora solo una vez en la vida, y en el momento uno cree que está enamorado hasta que después conoce a otra persona, se vuelve a enamorar y entonces entiende que anteriormente no se había enamorado. Por otra parte puedo amar a tantas personas quiera al mismo tiempo... Mi concepto de amor libre sigue funcionando (conceptualmente, me reitero)

(es nuestro aniversario (8))


No hay libertá!

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